miércoles, 31 de marzo de 2010

misterios sin resolver... (1)

¡Hola a todos! ¿Cómo están?


Si hay algo que me gusta tanto como los libros o el anime, son las historias de terror y los misterios sin resolver, por lo que en esta entrada les dejo uno de los enigmas mas grandes de todos los tiempos…


Ellen Austin y la goleta sin nombre:

El 15 de julio de 1881, el Bergantín Ellen Austin, al mando del capitán Baker divisó a poca distancia, una goleta de dos mástiles a toda vela, en la faja de mar media entre las Bahamas y las islas Bermudas (Es decir, en el triangulo de las Bermudas). La goleta no llevaba ningún tipo de identificación, por lo que el capitán Baker decidió interceptarlos.

A medida que se iban acercando, al capitán le llamó la atención que no había hombres en la cubierta. Baker ordenó hacer señales para llamar la atención: gritaron para llamar a los tripulantes e incluso dispararon al aire con una pistola, pero no hubo respuesta.

El capitán decidió abordar la goleta sin identificación junto con cuatro de sus hombres, y cuando subieron al barco encontraron algo que les llamo aun más la atención:

Lo encontraron todo en orden y en buen estado. No había señales de violencia ni de una partida apresurada. Además, todos los salvavidas estaban asegurados, lo que indicaba que nadie había intentado usarlos. El barco estaba abandonado. Aunque los cinco recorrieron el barco, no hallaron el menor indicio humano.

No había averías ni vías de agua. Todo estaba en orden y, en la bodega, una gran carga de maderas finas aguardaba intacta.



El capitán Baker estaba desconcertado, el hombre era un experto en todo lo relacionado a la vida en la marina, y aun así no podía explicar que podría haber causado la desaparición de toda una tripulación.

De inmediato, ordenó a un grupo de sus hombres que se quedaran a bordo de la goleta y que la pilotearan hasta llegar a tierra firme.

Al principio, ambos barcos navegaban a la par, pero el 20 de julio una feroz tormenta hizo que el Ellen Austin perdiera de vista al otro barco. Al día siguiente la tormenta ya había pasado y Baker se dispuso a buscar al barco perdido.

Al tercer día de búsqueda pudieron localizar al navío, pero algo no andaba bien, los hombres que habían dejado a bordo no parecían dar señales de vida. Los llamaron por sus nombres, pero ninguno respondía. Baker decidió que lo mejor seria abordar nuevamente la goleta para buscar a sus tripulantes, pero una vez arriba, reviso de popa a proa y no encontró rastro alguno de los marinos, incluso el libro de bitácora había desaparecido.

Todo lo demás parecía no haber sido tocado por la nueva tripulación...! Ni siquiera los alimentos! Las lámparas que quemaban aceite, estaban completamente agotadas, como si hubieran ardido toda la noche.

Al ver esto, los tripulantes de Ellen Austin quedaron desconcertados ¿Cómo era posible que sus compañeros hubieran desaparecido?

Sin embargo, ignorando este misterio y consciente de la recompensa que recibiría por el barco, el capitán ordenó que un nuevo grupo de hombres subiera a bordo de la goleta para navegarla hasta llegar a destino. Sus hombres se negaron, alegando que el navío estaba maldito y hasta tuvieron la intención de armar un motín para revelarse en contra del capitán, pero finalmente Barker los convenció y un nuevo grupo de marinos abordó la goleta sin nombre para probar su valentía.

El capitán ordenó que no se separaran del Ellen Austin bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, a veces suceden cosas que uno no puede controlar…

El capitán Baker empezó a notar que la otra goleta poco a poco se iba quedando atrás. En un principio el hecho no le pareció extraño, pues la velocidad del viento había disminuido considerablemente. Poco después, al entrar a un banco de niebla sumamente denso, la perdieron de vista por completo. Como el tiempo transcurría y en el Ellen Austin nadie veía a la otra goleta, decidieron regresar al punto donde la vieron por última vez.

La niebla impedía ver a más de 500 metros, pero las luces del barco eran visibles. A pesar de esto, la galeta no apareció. Incluso después de haberse disipado la niebla no encontraron rastros del barco. Se hicieron disparos, la señal convenida y se toco la sirena del buque, pero seguían sin recibir la respuesta que esperaban.

Buscaron a la goleta durante 4 días, pero finalmente las insistencias de la tripulación pudieron mas y el capitán Baker dio por terminada la búsqueda y se vio obligado a continuar rumbo a Boston, sin haber hallado el menor rastro de la goleta perdida. Simplemente, se había desvanecido y nunca volvió a ser avistada.

1 comentario:

msolores dijo...

Conocía la historia, aunque había olvidado los detalles, y vos la contás espléndidamente. Tengo entendido que en esta historia se inspiraron los guionistas de la película "Barco Fantasma". Saludos!!

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